Partiendo de la base de que el blanco es el color más sucio y delicado, todo lo demás son ventajas. Los exteriores vestidos completamente de blanco son un éxito en ambientes costeros, de piscina, en terrazas, patios, balcones, incluso porches. Llenará de frescura, elegancia y sensación de verano toda nuestra vivienda. Puedes comprobar por ti mismo el resultado en estos ejemplos.
La clave está en crear un lienzo blanco gracias a las paredes, techos, suelos y cortinas. En ese lienzo puedes comenzar a dibujar las siluetas de sofás de diseño, mesas centrales, zonas chill out, taburetes o tumbonas, todo también en blanco. Deja que el agua turquesa de la piscina o del mar sea el único color diferente en el ambiente.
El suelo es uno de los elementos que, teñido de blanco incrementa muchísimo la sensación de claridad y frescura. Elige madera blanca tratada por exterior o cerámica imitación madera como en este ejemplo. Los muebles en madera y textiles blancos completan un espacio idílico al lado de una piscina y frente al mar. ¿Qué más se puede pedir?.
Aunque hablamos de la tendencia total white, añadir elementos en otro color, siempre que sea el acertado, no romperá la armonía. Es el caso del dorado o el plateado, que en sencillos complementos en el mismo tono logran espacios tan sofisticados como este. Los visillos cuelgan de una pérgola cerca de la piscina donde se ha creado la zona de sombra con este perfecto chill out.
El blanco tiene la facultad de actualizar y modernizar cualquier estancia. Por este motivo, el mobiliario de jardín de diseño en blanco es todo un éxito decorativo y toda una tendencia. Las piezas que vemos en esta imagen son tumbonas de líneas curvas del diseñador Antonio Brogliato. La colección se conforma de mesas de apoyo, mesas de centro, sillas y taburetes y ya son casi un icono, y un acierto para crear un solárium como este.
Si la zona de exterior total white va a estar muy cerca del agua, asegúrate que el material del mobiliario aguanta y resiste el efecto del mismo pues con los baños y la actividad acuática se acabarán mojando tarde o temprano. Las fibras naturales y los cojines y asientos de cuero o plástico son lo mejor, aunque también lo más incómodo con el calor. Lo podrás solucionar con fundas de algodón o lino que luego puedas poner a lavar y a secar fácilmente.
La cal se convierte en un perfecto producto para pintar paredes y también para revestir muebles de obra como este sofá. Las superficies enjalbegadas logran un estilo muy playero, ibicenco. Acomoda el sofá con confortables cojines y protege del sol con una buena pérgola o sombrilla, si puede ser también en blanco.
La tendencia del blanco funciona igual de bien en grandes espacios exteriores como los anteriores que en pequeños rincones como un balcón o una pequeña terraza. Sólo debes ajustar la medida y el número de muebles. Las ideas anteriores sirven igualmente. Pintar de blanco los marcos de las puertas o ventanas que den al exterior será todo un acierto combinado con unas butacas de mimbre también en blanco y algún detalle antiguo como una jaula, un candelabro o un candil de forja o hierro envejecido.
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