Cada vez nos cuesta más ponernos románticos. El ajetreo cotidiano, el estrés parecen alejarnos de placeres tan sencillos como una mesa bien puesta, unas flores frescas o unas velas encendidas. Te invitamos a ponerte romántico con unas cuantas claves que llenarán de luz, sensualidad y romanticismo la decoración de tu casa. Pura poesía decorativa.
De flor en flor
Imprescindibles. No hay casa de las maravillas sin flores. Da igual las que elijas. Románticas rosas, estilizados tulipanes, margaritas frescas o un ramillete reunido en un paseo campestre. Colócalas en jarrones, vasos, tarros, copas… Da igual. Su belleza supera cualquier objeto y se integra en cualquier tipo de decoración aportando frescura, color y… romanticismo, cómo no.
Slow deco
Recuperar costumbres olvidadas aporta poesía a la decoración. Una silla antigua afrancesada, una jarra de porcelana o unas velas encendidas en el suelo son detalles sencillos que nos trasladan a las antiguas casonas de siglos pasados.
Amor por los clásicos
Las piezas de estilo y los neutros decapados son claves a la hora de buscar ambientes románticos. Pero, si se combinan con estampados de flores en telas y en papeles pintados, el resultado es genialmente sensual.
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